
Los discos que se publicaron hace doce o trece años se encuentran en pleno proceso de descomposición. A muchos les cuesta superar la dura prueba del tiempo, pero debido al uso exagerado de la tecnología, que avanza a pasos agigantados, es difícil no sonar a antigualla. Por suerte hay un disco que supera la escucha doce años después de su creación e incluso sorprende por su actualidad. Se trata de
Midnight Vultures de
Beck, un trabajo que en su momento era demasiado "indi" y arriesgado para triunfar en las radiofórmulas y demasiado ecléctico y accesible para el mundo indi. Aún así, el éxito de su
Odelay, su disco anterior, predispuso al público y la crítica para recibir con los brazos y las piernas abiertas el
Midnight. En él se mezclan estilos, ritmos y efectos que ahora utilizan Britney Spears, Katy Perry o Lady Gaga y que en aquel entonces eran novedad o demasiado retro. Aunque hay temas más conservadores, cercanos al rock como
Peaches & Cream, hay otros temas que se postulan como los verdaderos precedentes del sonido de Maroon Five o incluso Owl City, como
Milk & Honey,
Get Real Paid (que cita directamente a Kraftwerk),
Nicotine & Gray o
Pressure Zone. Pero también hay destellos hip-hop, en
Hollywood Freaks, y homenajes a su adorado Prince en
Debra, donde incluso imita su manera de cantar, o momentos experimentales, como la grabación de dos robots haciendo el amor. Folk electrónico, deshinibido e irreverente que otros artistas tomarían como ejemplo
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