Thursday 23 October 2008

Mónica Naranjo: un exceso que sabe a poco



En la carrera de Mónica existen muchas sombras que no permiten hacernos una idea completa de su personalidad, o acerca de la dirección que quiere tomar su sonido. Para cada entrevista tiene preparado un acento diferente y es experta en parecer atiborrada de tranquilizantes cuando se encuentra frente un periodista. Hace un año anunció en una fugaz temporada de Sorpresa Sorpresa que estaba ultimando su nuevo álbum y que sería completamente distinto. Así fue Europa el single presentación de ese disco que preludiaba sonoridades oscuras en las que el rock y el techno se hermanarían en paz y armonía con letras que traspasarían la frontera del “oh baby, cuánto te echo de menos”. Barroquismo del que le gusta a la Trasobares con un punto burtoniano (más en el diseño del libreto que en el sonido), decadencia y mucho dramaqueenismo conformaron finalmente Tarántula. Un acierto, aunque no salvaríamos de la quema más que un puñado de canciones (Europa, Amor y Lujo, Diles que no y poco más), que ni los excesivos videoclips de gusto cuestionable nos arrebatarán.



Con todo esto, cualquiera que no la odiase en exceso podría esperar un tour de conciertos de lo más vanguardista y excesivo. Más aún cuando Hansel Cereza, que ha trabajado con La Fura dels Baus y Le Cirque du Soleil dirigiría a la tonadillera de Figueras. Pero de nuevo el fantasma choni que persigue a la Naranjo desde sus comienzos (desde Sólo se vive una vez y aquellos videos hipermega-low cost) llegó para impregnarlo todo con su repertorio de recursos pasados de moda. Antes de continuar, hay que parase para admirar la paciencia de una gran parte de sus fans, fervientes admiradores del chunda chunda divesco de extrarradio con el que se dio a conocer, por aguantar lo que Mónica les tenía preparado, en las antípodas de lo que ellos podían esperar.



La resurrección es el motivo que abre el espectáculo con una Mónica colgada de un arnés que se balancea mientras que hace que sea el público quien interprete Desátame casi por completo. Eso si, cuando le toca a ella, chorrazo de voz. Ya desde el principio despliega toda su pantomima gótico-rockera, aquella de la que bandas como Within Temptation o el mísmiso Marilyn Manson ya dejaron atrás y que fue transgresora a principios de los noventa (la cultura pop fagocita las tendencias que encuentra a su paso como una bola de critters arrasa entre los pobres campesinos). Curiosa resultó ser la división del espectáculo en dos partes: las primeras cinco canciones fueron éxitos de ayer, la ya mencionada Desátame, Aprender del amor, Sólo se vive una vez, Pantera en libertad y Perra Enamorada (ni rastro de Chicas Malas, como era de esperar, pues tiene mucha tirria a su anterior trabajo, ni del discotequero If You Leave Me Now).



La segunda parte, más larga, estaba compuesta por esas sofisticadas y vanguardistas composiciones de Tarántula. Usted despedía sus antiguos éxitos y nos demostraba en directo que la aquella voz aguda es realmente la de Mónica (¡Qué versatilidad vocal, por dios!). Con el mensaje político del tema podía haberse valido de una puesta en escena temática (no sé, sacar a un bailarín disfrazado de Tío Sam o Aznar como hace Ska-P o un videaco como los que te mete por los ojos Madonna), pero no, el rollo gótico es lo que toca. Gótico y repetitivo pues los nuevos arreglos musicales hacían de todo menos dotar a las canciones de personalidad propia, todas sonaba IGUAL. Podemos comprenderlo de alguna manera, al indagar y darnos cuenta de que el director musical, al que habría que denunciar por la vía penal, es Pablo Navarro, director musical de Queen (que musicalmente no estaba mal, aunque la traducción del libreto al castellano lo convierta en una soez versión infantil). ¿Esto que suena qué es? ¿Es Todo Mentira? ¿Óyeme? ¿I Want to Break Free? Ojalá hubiera sido esta última, pero tuvimos que conformarnos con Todo Mentira en la que nos pide que nos olvidemos de todo y nos centremos en el amor (sí hombre, lo que nos faltaba), con Diles que no (que comienza como si se tratara de un anuncio de Pepsi) e Idilio, en forma de interludio con los “outtakes” de cualquier chou de La Fura (bailarinas colgantes de telas, un tío con cresta, en bolas, con cara de pocos amigos…). Tras el break para cambiar de traje (los que estábamos a la derecha del escenario podíamos ver cómo se quedaba en bragas), Para Siempre un momento de tranquilidad (¿acaso eso es lo que queremos?) y después ¡POR FIN! Un poco de marcha.



Con un váter dorado frente al escenario y tras un pequeño paripé, emerge Mónica desde atrás interpretando a capella Amor y Lujo, en ese momento aprovecha y exclama aquello que ella cree que hace gracia a sus fans (muy familiarizados con las ordinarieces sarasistas)

¡ME TENÉIS HASTA LA RAJA!

El recinto explota en risotadas, muchas de las cuales seguramente no sean resultado del chiste sino de la tensión acumulada de sus fans por negárseles un espectáculo verdaderamente “naranjil”. De nuevo la producción musical echa a perder este temazo, que podría haberse convertido en el momento decadente de la noche (en el buen sentido, es decir, una decadencia buscada, no una involuntaria), y que no canta ella, sino sus coristas (¿?).

Mónica tenía que desplegar sus dotes interpretativas, y decidió sincerarse ante nosotros. Sentadita, pues Amor y Lujo la habían dejado derrengadita perdida, nos avisó de que algún día tenía que contarnos algo muy importante, pero que todavía no era el momento… (¿Acaso Mónica nació llamándose Alfredo?) y se puso a divagar sobre la responsabilidad de los padres en la educación de os hijos porque ahora ella es madre (madrastra) y lo vive en sus carnes.

Y para el final no podíamos esperar nada mejor que Europa y Sobreviviré. Sin duda alguna dos de sus grandes canciones, himnos oscuros de miedo y superación que honran a Mónica y que nos ofrecen un rayito de esperanza a los que creemos que ella lo vale.



Repertorio:

01. Desátame
02. Aprender del amor
03. Sólo se vive una vez
04. Pantera en libertad
05. Perra enamorada
06. Usted
07. Todo mentira
08. Diles que no
09. Idilio (interludio)
10. Kambalaya
11. Para siempre
12. Amor y lujo
a. Bis
13. Europa
14. Sobreviviré

3 comments:

Trastering54 said...

Me gusta mucho tu blog, que sepas que te tengo en favoritos.

Un saludo

Mr.Smash! said...

Muy bien Javichu, me ha gustado mucho tu artículo.Se nota el vagaje periodístico ;)
Describes muy bien el regreso de la Naranjo.Quiso arriesgar y (quizá) por no hacerlo demasiado (o por que no le dio la gana) se quedó en medias tintas.Esperemos que en lo sucesivo se le vaya la pelota del todo y haga un disco gótico, rockero y arriesgado (aunque en la hoja de prensa seguro pondrá eso)
Mándaselo a la Barroka, que seguro que le gustará
Saludos.

P.D: En la verificación me ha salido FOLLY, ¿no tendrás nada que ver no?.

P.D: Soy el Señor Smash, que no se si habrá salido completo mi nombre.

Don Agrio said...

A otros se les nota el BAGAJE analfabestia.

Ejem.

O los anglicismos burtinianos.