Friday 25 September 2009

!Entrevista! Rosana: intimidad y optimismo en una guitarra

Desde aquel Talismán de 1996 su camino no ha hecho más que ensancharse mientras hacía lo que más le gusta: componer, cantar y tocar. Ahora publica su quinto álbum de estudio, A las buenas y a las malas un trabajo de sonido sencillo y directo, centrado en el amor entendido como unión de todas las personas. Pero será mejor que, gracias a la publicación gratuita Aula 2000, la propia Rosana que esta noche actúa en el Palacio de los Deportes, se encargue de contarnos los detalles sobre este disco y otros aspectos de su carrera.



Lo último que supimos de ti musicalmente, fue el disco en directo “De casa a las Ventas” ¿No es así?
Sí. Más que un cedé en directo, era como una especie de disco especial, homenaje a Lunas Rotas, porque se cumplían diez años del lanzamiento del disco e incluimos ahí todos los temas que formaron parte de la maqueta y luego no salieron. Quisimos hacer una caja en la que estuviera todo lo que tenía que ver con Lunas Rotas. Todo lo que hice en aquel momento con una cacerola y una cuchara de palo, por ejemplo.

¿Qué has estado haciendo desde entonces?
(Risas) Desde entonces componer. Reubicar lo que quería componer porque esto lo puedes hacer de dos maneras, por oficio o por que lo sangres. Por que digas “Voy a dejar que salga todo lo que hay dentro”. La segunda es más complicada que la primera. En ésta última te sientas, estructuras y lo haces. Pero no buscaba el rollo de repetirme o de hacer el mismo concepto de disco que antes. Me apetecía otra cosa pero no sabía lo que era, hasta que salió. Fue estupendo porque fue sentarme, coger la guitarra, empezar a tocar y surgir. Salió de una manera totalmente natural. Luego lo que hice fue, en el estudio, responsabilizarme de esta historia. Decidir: “nada de percusión, nada de concepto latino, porque no existe esta vez. Vamos directamente al meollo, sonido crudo, directo, muy sesentas en el concepto, no solamente de los textos sino además musicalmente. Las guitarras y la voz sin efecto, voy a decir lo que quiero decir y lo voy a decir frontalmente.

Durante esta década sólo has publicado tres discos de estudio: Rosana (2001), Magia (2005) y De casa a las Ventas.
Luego también está Marca Registrada, que es un disco de transición que, aunque contiene temas inéditos, es en directo. Realmente éste es mi quinto trabajo de estudio. No me gusta sacar discos como churros. No quiero hacer canciones por oficio. Me permito el lujo de no hacer un disco hasta que no tengo entre treinta y cincuenta canciones para poder elegir, y eso lleva un proceso. Y segundo, no me gusta sacarlo hasta que no tenga deseos de compartirlo. Estas son dos de mis premisas, y a ellas les regalo el tiempo que necesiten. Soy consciente de que a lo mejor es más complicado de esta manera porque obviamente pasa un tiempo y es casi como empezar de nuevo. Pero es que me compensa tanto sentir que he dejado el 100%, que siempre el último disco es el mejor que podía hacer. Eso me compensa más que aprovechar el momento. Esto no es casi nunca interesante. Se aprovecha el momento cuando se crea una buena canción, cuando hay un buen disco, cuando tienes algo que decir, y cuando lo que tú sientes está más cerca de lo que siente el que te escucha.

¿No sientes algo de pudor al mostrar tus canciones?
Al revés. Es un parto muy deseado. Muchas veces termino una canción y necesito llamar por teléfono para contactar con mi gente: “Oye, escucha, escucha”. Y no me planteo si es buena, mala o regular, sino que me planteo lo que he hecho y lo que tengo que decir. De hecho siempre tengo la sensación de que hasta que no le canto a alguien la canción, como que no la he terminado.

Las canciones son como los hijos. Su madre nunca los juzga. ¿Las sientes así?
Es un tópico pero es absolutamente cierto. Cuando me preguntan por mi canción preferida de mi repertorio… es difícil, porque a cada momento es una distintita. Depende de cómo esté me apetece tirar más de una que de otra. Es verdad que hasta en eso es como con los hijos, que siempre el último que ha llegado es como el más mimado.

El éxito de temas como Talismán o A fuego lento… ¿lo sientes como un lastre?
No porque donde se nota el recorrido de mi trabajo es en el directo. Por lo menos es ahí donde yo noto más el pulso. Cuando suena el Talismán la gente se pone histérica, pero se pone todavía más loca con el Pa ti no estoy y acaba de ponerse más histérica todavía cuando suena Contigo o Magia. Así me doy cuenta de que cada canción tiene su espacio. Así tienes la sensación de no haberte quedado en un sitio sino que la gente ha recorrido el camino contigo.

¿Fueron quizá los medios de comunicación más que el público los que dieron bombo a El Talismán o A Fuego Lento?
Sí, yo creo que en el caso de Lunas Rotas fue incluso un fenómeno casi social.


¿Sabes? Una de las primeras canciones que aprendí a tocar con la guitarra fue El talismán.
¡Jajajaja! Qué bien. Qué curioso. La gente de repente lo convirtió en un clásico. ¡Espera! Que tengo que crecer, tengo que aprender. No estoy en el punto en el que espero estar. Evidentemente no reniego de nada de lo que pasó, por que sino no estaría donde estoy ahora. No me dieron tiempo, porque yo empecé grande de edad, pero aún estaba en pañales musicalmente hablando.

Por cierto, Con el Sol en la maleta, de tu anterior trabajo, ha sido una de mis canciones favoritas durante una etapa dura de mi vida.
¡Entonces tú eres uno de los que ha hecho el recorrido conmigo! Ja ja ja.

Centrémonos en este disco ¿Qué te motivó a grabarlo?
En este en concreto era una necesidad imperiosa. Yo soy la más pequeña de una familia de diez. Esto quiere decir que la cercanía con la gente es algo que me encanta. En este disco tenía una necesidad especial de estar, todavía, mucho más cerca de la gente.
El mundo siempre ha sido frágil, pero ahora está en un punto tan brutalmente frágil que lo único que quería era decir “Estoy aquí”. No sé si sirve para algo pero estoy aquí. Siempre me han dicho que, sobre todo, escribo de amor. Y siempre he respondido diciendo que el día que necesite escribir de otra cosa, lo haré. Pero de momento, lo único que necesitaba era hablar de ese tipo de emociones. Ha llegado el momento de hablar de otro amor más global que tiene que ver más con las conexiones entre todos. Pinchar un poco la “patata roja” y que eso bulla ¿no? Tenía muchas ganas de compartir mis afirmaciones y mis dudas. Y sobre todo que nadie tenga miedo de gritar, de decir en voz alta ¡ya está! Somos más.

En Para Nada tu voz suena derrotada... a tristeza y hastío...
La jugada de esta canción es que doy tiempo a todas estas preguntas que cualquiera nos hacemos como ¿esto para qué? Y al final lo resumo en una dinámica muy mía “¿Cómo que para qué? ¡Porque sí!

Y la canción va creciendo.
Sí. De todas formas, te advierto que si te gustó Talismán y te gusta Con el Sol en la maleta, éste disco te va a gustar mucho.

El tema que le da nombre, es el que quizá tiene mayor conexión con lo que he hecho hasta ahora. El resto no tiene nada que ver.
Yo creo que la canción titulada Llegaremos a tiempo es un buen resumen del disco.

En la canción A las buenas y a las malas dices: “Siempre hubo gente con clase, y clases de gente”.
¡Jajajaja! Esa es una cosa que decía mucho mi padre. Espero que me perdone haberle quitado la frase. Que la utiliza cuando habla de por qué las personas hacen determinadas cosas.

Tienes un libro de poesía publicado que creo que ya ha vendido unos 25.000 ejemplares. ¿Cuál es la vinculación existente entre la poesía y tus letras?
Yo creo que mis letras son un desparrame de un montón de emociones escritas que tienen la suerte de que haya gente que las considere poesía, pero para mi la poesía son palabras mayores. No me considero poeta ni creo que haga poesía. Tengo la suerte de que haya gente que lo crea así. Sería injusta con los poetas si dijera que me considero poetisa. Pero creo que sí hay una conexión directa a lo mejor en mi empeño en mascar las frases de una forma como más intensa y más amplia. No me vale con darte la luna, sino que tengo que volcar el cielo. Al final la necesidad de que las imágenes que creo sean intensas es lo que da un poco ese calibre, pero no voy buscando ser poetisa.

Quizá las letras de las canciones están protegidas por la música y en la poesía, la propia letra debe llevar la música en su interior...
Sí, y al revés también. Cuando estás componiendo una canción y te sale la música pero no la letra, yo estoy convencida de que debajo de cada cadencia hay una palabra. Tú no estás pensando en “la la la la la la” y cae cualquier cosa. Ahí está el misterio, en encontrar qué es lo que tú misma estás diciendo y todavía no has escrito.

Es un proceso muy interesante...
¡Es un proceso complicado! Sobre todo si quieres ser fiel a la melodía, porque si no te da igual. Hasta que encuentras las palabras que buscas... es un proceso de quedarte en pelotas.

¿Sigues componiendo para otros artistas?
Ahora mismo me falta tiempo para hacerlo pero espero ponerme a ello, cuando empiece con la gira.

¿Tienes algún artista predilecto al que te gustaría componerle una canción?
Sí, mucha gente.

El viernes 25 de septiembre podremos verte y oírte en el madrileño Palacio de los Deportes... ¿Qué sorpresas nos tienes preparadas?
La gente que nos conoce en directo, en el espectáculo grande, porque hacemos tres tipos de espectáculo que son diferentes. Tenemos “Como en casa” que es a guitarra y voz, en la que te comunicas mucho con el público. Luego hacemos teatros y tal, en plan más acústico, con banda reducida y casi se podría decir que se parece mucho a la sonoridad del disco. Y luego está lo que vamos a hacer en el Palacio de los Deportes que es un espectáculo basado en la interactividad en la diversión, donde manda la música. La gente que ha vivido los directos grandes se va con una sensación muy especial. Es tan cojonudo ver cómo la gente sonríe. Se le da la vuelta a las canciones. La sonoridad del concierto grande tiene más que ver con el pop-rock y casi todo es eléctrico, sí. Además, subimos al escenario superemocionados y nos bajamos con una marcha que daría para tres días más.

Tiene que ser todo un orgullo y un honor tocar en un lugar por el que han pasado Bruce Springsteen, Metallica, Juanes, Joaquín Sabina...
Compartir un sitio por el que ha pasado tanta música y sumar música a la música, es excepcional.

¿Dónde se la juega más un músico, en el estudio o en el escenario?
Es distinto, no tiene nada que ver. Son tres procesos distintos. Cuando estoy haciendo una canción para un disco tengo la sensación de estar eligiendo un regalo, cuando voy al estudio es como si lo estuviera envolviendo y el concierto es el día que abre el regalo. ¿Dónde te la juegas más? Son tres momentos que está muy vinculados o por lo menos en mi caso. Si haces una gran canción, tienes un gran disco y en consecuencia tendrás un gran espectáculo. Todo es como de menos a más, como una inversión. O te la juegas en las tres o no te la juegas en ninguna.

Un fuerte abrazo
Otro enorme para ti



1 comment:

Vulcano Lover said...

la entrevista desvela un poco al entrevistador, no?