Finalmente parece que se han decantado por dar más protagonismo a los ordenadores, algo que ya comprobamos, en temas como Sola y Bonus Track de su anterior disco A las cinco en el Astoria, que no les sentaba nada bien pese a que en el pasado con temas como Pop - que por su parodia de la electrónica nos parece una delicia- y 20 de enero, trágicamente patética y mala como un dolor de muelas. El nuevo sencillo carece de gancho, no tiene ni un sabor vintage, ni suena a música de hoy. Suena a caspa, a batiburrillo sin personalidad que se aleja absolutamente de todo lo que han hecho antes con Amaia Montero y sin ella. No sé si será la edad (la nuestra) pero La Oreja está pasando de ser adorablemente hortera, a resultarnos repugnantemente patética. Chicos y chica, esperamos que el disco no tenga mucho que ver con La niña que llora en tus fiesta, porque vuestro título de los Mecano del siglo XXI tendremos que dárselo a Camela. (Oh sí, "nosotros no creemos en etiquetas).
Monday, 18 July 2011
La niña que llora en tus fiestas
No sabemos qué ejecutivo loco o falto de gusto ha determinado que La niña que llora en tus fiestas era el sencillo que La Oreja de Van Gogh necesitaba en 2011 para mostrarse al público, pero la verdad es que la elección nos parece DESACERTADA.
Finalmente parece que se han decantado por dar más protagonismo a los ordenadores, algo que ya comprobamos, en temas como Sola y Bonus Track de su anterior disco A las cinco en el Astoria, que no les sentaba nada bien pese a que en el pasado con temas como Pop - que por su parodia de la electrónica nos parece una delicia- y 20 de enero, trágicamente patética y mala como un dolor de muelas. El nuevo sencillo carece de gancho, no tiene ni un sabor vintage, ni suena a música de hoy. Suena a caspa, a batiburrillo sin personalidad que se aleja absolutamente de todo lo que han hecho antes con Amaia Montero y sin ella. No sé si será la edad (la nuestra) pero La Oreja está pasando de ser adorablemente hortera, a resultarnos repugnantemente patética. Chicos y chica, esperamos que el disco no tenga mucho que ver con La niña que llora en tus fiesta, porque vuestro título de los Mecano del siglo XXI tendremos que dárselo a Camela. (Oh sí, "nosotros no creemos en etiquetas).
Finalmente parece que se han decantado por dar más protagonismo a los ordenadores, algo que ya comprobamos, en temas como Sola y Bonus Track de su anterior disco A las cinco en el Astoria, que no les sentaba nada bien pese a que en el pasado con temas como Pop - que por su parodia de la electrónica nos parece una delicia- y 20 de enero, trágicamente patética y mala como un dolor de muelas. El nuevo sencillo carece de gancho, no tiene ni un sabor vintage, ni suena a música de hoy. Suena a caspa, a batiburrillo sin personalidad que se aleja absolutamente de todo lo que han hecho antes con Amaia Montero y sin ella. No sé si será la edad (la nuestra) pero La Oreja está pasando de ser adorablemente hortera, a resultarnos repugnantemente patética. Chicos y chica, esperamos que el disco no tenga mucho que ver con La niña que llora en tus fiesta, porque vuestro título de los Mecano del siglo XXI tendremos que dárselo a Camela. (Oh sí, "nosotros no creemos en etiquetas).
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