Sunday, 23 March 2014

Lady Gaga, otra vez


Tras el desbarajuste del vídeo inédito para Do What You Want, Lady Gaga ha decidido volver al redil con un nuevo vídeo para G.U.Y. el temazo por el que nosotros siempre hemos apostado. Nos alegramos que compartamos, aunque sea, este pequeño criterio con la susodicha, ya que al vídeo no le damos más que un cinco raspao. Llevamos meses analizando nuestra decepción ante todos los videoclips que hace Gaga desde Judas y poco a poco empezamos a entender qué es lo que ocurre. Vídeos como el ahora cutre Poker Face, Papparazzi o Bad Romance, se basaban en mostrar a un tipo de estrella que siempre parecía por encima de todo y que por lo tanto, no se tomaba nada en serio. Además, en sus vídeos siempre mostraban aparatos de última tecnología, vestuario sorprendente, alguna que otra coreografía y abusaba del product placement, pero lo mejor de todo es que siempre parecía que había cachondeo en todo lo que hacía.

Sin embargo a partir de Alejandro, que no contenía product placement y que pareció tomarse muy en serio, la cosa ha ido en declive completo. Dejó de lado ese toque irónico que conquistaba a los mayores de 20 para ponerse seria, dramática y reflexiva. Ella podía ponerse a llorar y patalear en Bad Romance, pero sabía que si acaba el vídeo medio chamuscada en una cama tras haber carbonizado a su chulo con sus tetas de chispas, se iba a llevar a todo el mundo de calle. Sin embargo, tras estos espejismos de genialidad empezó a creerse que podía salvar a la Humanidad y ser un nuevo estandarte para el arte contemporáneo y la cagó. Tanto si se pasaba con los cambios de vestuario como en You and I como si no llegaba como en The Edge of Glory, no conseguía emocionar.

Y un atisbo de esta genialidad se pudo ver en Applause justo cuando ella se convertía en cisne al estilo Tim Burton, sin embargo la cosa no ha pasado de ahí, y parece que sólo sabe poner cara de Little Monster cabreado. Es una gran pena que para G.U.Y. no haya tirado de su vena cómica -en condiciones, un Dios con cara de modelo, ni resucitar a Michael Jackson, Gandhi y Jesucristo nos parece suficiente- para convertirlo en una obra de arte, que es lo que ella quiere.

El vídeo ha sido rodado en la mansión Hearst, un absoluto templo a la horterada que el magnate de la prensa mandó construir durante la primera mitad del siglo XX y que actualmente pertenece al estado de Carlifornia y funciona como museo. Allí Gaga, que dirige el vídeo, ha dado rienda suelta a su pasión por la Historia antigua y aprovecha la arquitectura del palacete para su fantasía, aunque el edificio principal es una cartuja barroca preciosa. Luego todo desemboca en una de James Bond con un poco de estética futurista, pues parece que Gaga resucita a Michael Jackson -entonces sí que todo el mundo la amaría-, Gandhi y Cristo -al cuarto resucitado no se le ve bien- pero seguro que ésta resucita a Warhol. Resulta. que la muchachita decide sacarles un poco de sangre a todos ellos, mezclarla y crear clones a partir de ese cocktail de ADN y colocarlos como líderes de las grandes empresas. .  Qué sencilla que es Gaga, que nos va a poner de líderes a unos modelis, un mensaje estupendérrimo para sus Little Monsters. Pero como aún queremos desarrollar más teorías acerca de G.U.Y. te dejamos con este pequeño corto que también incluye fragmentos de Artpop, Venus y Manicure -ésta para los extensos títulos de crédito-. ¡Ah!
El único atisbo de humor es una banda de música de maduritas hoolywodienses


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