Monday, 13 December 2010

LA GRAN MONSTRUACIÓN

Y el Monster Ball Tour se paseó por tierras ibéricas. Y lo hizo a lo grande. Dos conciertos, Madrid y Barcelona, que han servido para mostrar a muchos incrédulos que lo que esta muchacha ofrece es mucho más que trapitos y poses. Después de horas de cola y una pésima organización que permitió que gente recién llegada se colara delante de quien llevaba hasta diez horas esperando, y de que gente con entradas falsificadas hiciera su camino hacia la pista, mientras otros se quedaban fuera, se fue llenando el Palacio de los Deportes. Calentaba el ambiente de una templada tarde de otoño una DJ con ínfulas de artista que pinchaba rock y psicodelia. Al rato llegaron los Semi-Precious Weapons que si musicalmente nada tienen que ver con la anfitriona, sí que comparten la misma actitud "punk y deshinibida". Irreverentes, punkis y nihilistas interpretaron cuatro temas mientras jaleaban a la audiencia.

En cuanto acabó el martirio de los Semi Precious, regresó la música de ambiente con los grandes éxitos de Michael Jackson. Nunca una música previa a un concierto había sido tan buena. Gaga parece no tener miedo de compararse con El Más Grande. Con un mínimo de retraso comenzó el Baile de los Monstruos, un viaje a través del "glittering pathway" con destino Monster Ball, la fiesta más cool del mundo. Nada más empezar el coche se les estropea y tiene que tomar el metro. Después se pierden por el Central Park, luchan con el monstruo de la fama y finalmente llegan al lugar esperado, que resulta ser un Bad Romance. Por el camino, quince trajes diferentes e impresionantes, muchos cambios escenográficos, coreografía y demasiada energía. Stefani sabe cómo ganarse a su público -llámandoles "Pequeños monstruos" en castellano- o, durante la parte acústica en la que interpretó Speechless y You and I, perteneciente a su próximo álbum Born This Way, recordó el momento de su anterior visita a Madrid... con un poquito de exageración... según ella fue hace tres o cuatro años (ocurrió a principios de 2009) y fueron a verla como cinco mil o seis personas en un local donde cabían sólo dos mil. En realidad se trataba del Ochoymedio donde como mucho caben 300 personas. Lo que sí es cierto es que no ofreció un único show, sino que, hasta que no lo vieran todos, haria tantos shows como hiciese falta. Y así fue... Al menos dos, cuando estaba contratada únicamente para uno.

Por aquel entonces, muchos de los que estaban ayer en el Palacio de los Deportes, pasaron de ir porque no sabían quién era esa hortera que se disfrazaba tanto. Y aquí estaban casi dos años después disfrutando de un ambicioso espectáculo teatral que se abría con Dance in the Dark y pasaba por Just Dance, Love Game, The Fame, Beautiful Dirty Rich o Money Honey. Un no parar de greatest hits en los que ella no se esforzaba mucho en las coreografías. Y es que ya aprendido de los colapsos por agotamiento que ha sufrido en el pasado. Esta vez se centró en su voz, que ha dejado perplejo a más de uno, sobre todo en las largas "improvisaciones", de dos o tres minutos en temas como en Teeth. Por si alguien no lo había notado, dejó claro que cantaba en directo, aunque en los temas más movidos sonasen por debajo las partes vocales pregrabadas para dar apoyo a sus berridos entre salto y salto. Por desgracia esto daba un aire de artificialidad que opacaba la calidad del sonido. (Podría haber optado, como Madonna, por regrabas las partes vocales con un aire más "de directo" y cantar por encima).

Otro de los aspectos en los que más incide es la moda. Tiene claro que en la sociedad de la imagen, un look impactante es más divertido, y recibe más atención que el poema más bello y delicado. Así lo atestiguan el traje de flecos de Monster a lo barrio Sésamo que habría horrorizado a la propia Salomé, el armazón motorizado con aspecto de Virgen barroca en So Happy I Could Die, o el de turquesas para Paparazzi.

Sin embargo las piezas no terminban de encajar... la música engancha pero no emociona... Algo falla... ¿será que utiliza las mismas versiones del disco sin dar nuevos puntos de vista? ¿será que su actitud es demasiado agresiva y poco empática? ¿Demasiado mensaje mesiánico? Sea lo que sea, seguramente se cure con la edad. Si Madonna lo ha conseguido (¡vaya! No hemos podido evitar nombrarla otra vez), Lady Gaga, con más talento y ambición, puede. Su próximo álbum está al caer (ya nos lo ha dejado claro al repetir una y otra vez durante el show, que se titulará Born This Way y que está hecho para sus fans), así que esperamos refrendar nuestra opinión actual aunque You And I no nos convenza. La Princesa del Pop ha provocado una revolución en Palacio, la Reina tendrá que mover pieza lo antes posible si desea mantenerse donde está. Cuidado con la pequeña monstrua.





Imágenes: Daniel Dal Zennaro/EFE, http://hauteandthecity.com, http://gagaqueennews.blogspot.com y wikipedia.org
PD: Parece que Kesha llenó el Palacio Municipal de Congresos... ¿Algún testigo?

2 comments:

Garcia Madrid said...

me ha servido de aproximación!! muy buen artículo.

Paulina said...

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