Dos cuestiones han hecho que esta gala de los European Music Awards haya sido seguida por muchos más españoles que las anteriores. Que hayan sido en Madrid y que hayan montado el tinglao en la puerta de Alcalá, y que se haya podido seguir a través de la TDT ha sido clave. Una jugada redonda para una cadena que se encuentra más de capa caída que nunca. La industrial musical no invierte en promoción ni la mitad que hace una década y sus paltaformas de difusión lo notan. MTV y 40 Principales pasan por momentos difíciles y tiene que replantearse sus tácticas.
Por suerte MTV vive su época dorada en nuestro país, currándoselo bastante. Anoche pudimos ver desde la Caja Mágica (esa gran sala creada para partidos de tennis) una entrega de premios que para muchos ha sido bastante aburrida. Desde Musicanismos tenemos que decir que nos ha parecido amena y ágil. Los guionistas tienen en mente a un público quinceañero a la hora de elaborar las bromas y la mogigatería políticamente correcta hace que todo sea demasiado limpio y aburrido, pero la cantidad de estrellas por minuto y metro cuadrado, lo hace todo más entretenido. Eva Longoria, cambiándose mil veces de modelito ha estado bien. Se nota que Alejandro Sanz le ha enseñado lo más importante de nuestra cultura: "jamón ibérico" y "viva España". Con esta gala también ha quedado claro que el español es la lengua pujante en Occidente tras el inglés. Todos los artistas se animaban con algunas palabras en la lengua de Belén Esteban e incluso uno de los miembros de Bon Jovi, realizó el discurso en castellano.
No ha habido grandes primicias mundiales (como Hung Up de Madonna en la gala de Estocolmo, 2005) o caóticas como la de Pink de 2008, pero han sido aceptables... Shakira con su Loca y Waka Waka con coreografía calcada de la gira y esa falda(por delante) y pantalón (por detrás), Rihanna con su horrible vestido cantando su Only Girl, en un campo de flores, Miley ejerciendo su nuevo papele putilla con Who Owns My Heart, Katy Perry berreando y sin bailar, como siempre, Plan B tan barriobajeramente británicos como siempre, Kesha llenándolo todo de flúor -cantando Tik Tok en vez de alguno de sus nuevos sencillos-, Linkin Park pasando frío en la Puerta de Alcalá con un más que edulcorado sencillo,B.O.B junto a la cantante de Paramore, 30 Seconds To Mars y unos aburridos Bon Jovi, sin hits interesantes desde hace diez años que recibieron el premio a Icono Global. Lady Gaga, que se llevó tres premios fue interrumpida durante su concierto en Budapest para recibir los premios, en un momento mítico en el que se puso a cantar unos versos de Teeth. Lástima que la organización haya sido tan opaca a la hora de gestionar las entradas, invitaciones y acreditaciones.
Es curioso que la mayoría de los artistas que han participado ya han pasado por nuestro país recientemente o van a volver. Kesha ha estado dos veces en Madrid, en junio y ahora en noviembre y regresará a mediados de diciembre para ofrecer dos conciertos. Shakira estuvo en Rock in Rio y la semana que viene ofrece tres conciertos en España. Al igual que Rihanna, Miley Cyrus y Bon Jovi, quienes ya participaron en Rock in Rio 2010. Parece que Madrid ya está en el mapa musical. Dos conciertos seguidos de Bon Jovi (ofrecieron un recital íntimo en el Circo Price la semana pasada) en Madrid tras décadas sin pasar, Kylie lleva tres años seguidos visitándonos, Madonna actúa en cuatro ciudades españolas, Lady Gaga se paseará este otoño. Sin duda, buen momento para los grandes shows en nuestro país.
Imágenes: image.net
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