Saturday 20 November 2010

Un sol de invierno


"¡Por fin Madrid, sí!" Shakira llegó ayer al Palacio de Deportes con su gira Sale el Sol, y con estas palabras expresó las ganas que tenía de volver a una ciduad y un país en el que siempre ha gozado de éxito y con el que no había tenido tiempo de celebrar la victoria en un Mundial en el que ha sido tan protagonista como Iniesta o Sara Carbonero. La colombiana actuó en el último Rock in Rio de Madrid y ya adelantó algunos de los números del show, pero no interpretó entonces el Waka Waka, ya que poco días después lo estrenaba en la inauguración del torneo internacional de fútbol.

Lo que Shakira ofreció anoche fue el show estándar de su gira internacional. Parece que a algunos críticos musicales como a Lino Portela, de El País, esto les sorprende: "Aunque la colombiana, de 33 años, se deje la piel -y la cadera- en el escenario y deslumbre con su espectáculo, deja muy poco espacio a la improvisación. Un ejemplo: que el repertorio de anoche en Madrid -lleno de grandes éxitos- sea el mismo que el de hace unos días en Florida, en Illionis o en Nueva York hace que su capacidad de sorpresa sea limitada".) Esto es algo que los incondicionales saben. Shakira lleva una década en las grandes ligas, cerca de Madonna, Michael Jackson, Kylie Minogue, Britney Spears... Y sus espectáculos son perfectas bombas musicales de relojería con una estructura prederteminada, que permite tal despliegue de medios. No es solo música en directo, es un espectáculo, el sustituto ideal para las antiguas revistas musicales. Por ello todos los seguidores que se habían informado, conocían, al dedillo, lo que se iban a encontrar ¡y deseaban encontrarlo! Los que iban a un concierto de tales dimensiones por primera vez y eligieron pista, se encontraron con la incomodidad que provocan el gentío, el calor y los decibelios. Ya se acostumbrarán.

Como en la "pierna" norteamericana de la gira y en las pocas fechas europeas que lleva, la reina del pop latino apareció entre el público rodeada de guardaespaldas. Por el camino cantaba Pienso en ti, balada minimalista de Pies Descalzos que recuperó para la banda sonora de El amor en tiempos del cólera, de la que también interpretó, más avanzado el concierto Despedida en medley con una versión acústica de Nothing Else Matters (de Metallica, también ha interpretado Lucie Silvas, entre otros). El gran problema de la noche llegó a la hora de que Shakira se decidiera por el idioma. Al contar con versiónes biligües de sus canciones, a veces dudaba entre cantar en inglés o en castellano. Por vaguería, cantó el segundo tema de la noche, Why Wait en inglés, pese a tener versión en castellano. Lo mismo le pasaría más adelante con Loca, que tiene unos versos semihablados a los que no está acostumbrada.

Al parecer en Zurich, la fecha anterior, metió partes en castellano,al igual que anoche, interpretó versos en inglés. Pese a las malas críticas que esta recibiendo Loca, con El Cata y Deezze Rascal, en directo es un bombazo,con una primitivista coregrafía que la hace más irresisitible todavía. Junto a este, los otros momentos excitantes de la noche llegaron con Suerte, versión más cañera con fragmento de Unbelievable de EMF -con lecciones sobrecómo mover las caderas para cuatro chicas elegidas entre el público, Gordita con la voz pregrabada de Residente de Calle 13 , Las de la Intuición, gran momento electropop al estilo Minogue, Loba, que puede no haber sido un éxito de ventas pero ha calado profundo en los fans, y Waka Waka, que cerraba el concierto y que todos los asistentes esperaban ansiosos, seguramente incluso los Príncipes de Asturias que habían venido al concierto (cómo cambian los tiempos, antes la realeza iba al Teatro Real, donde tienen su palco- ¿hrabá que poner un palco real en el Palacio de Deportes y en la Riviera?).

Poco protagonismo tuvieron sus dos últimos discos, además de Loba y Why Wait, del trabajo de 2009 sólo interpretó Gitana, en una larga versión con introdución entre árabe y flamenca y medley con una canción popular colombiana ("Arrepientete, arrepientete.. que yo me voy de Barranquilla a Panama, soy una gitana, una gitana de ciudad."). Una mezcla apta para turistas pero no para el público hispano. De Sale el Sol, sonaron, además de Loca y Gordita, las baladaq ue da nombre al álbum (en la que se arrancó la camiseta para dejar ver un sujetador color carne) y Antes de las Seis, ataviada con un vestido de gasa azul y mucha nieve artificial cayendo. El teclista, el bateria y el guitarra y director musical son los mismos que le acompañaron en sus giras anteriores Tour de la Mangosta y Fijación Oral. Una banda internacional con miembros británicos, brasileños, norteamericanos, etc., que se movía con soltura.

El resto de los números, Si te vas, Te dejo Madrid, Underneath Your Clothes, La tortura, Ojos así y Hips Don't Lie no eran más que remedos de giras anteriores. Efectivos, pero tremendamente aburridos para los que la siguen desde el principio. Ni rastro del fracaso con Timbaland y Lil Wayne, Give it up to me, lo que deja claro que se trató de una estrategia de la discográfica de la que ahora todos reniegan. Muchos hits, temazo tras temazo, pero poco riesgo. Todo lo que preludiaba el Tour de la Mangosta ha quedado diluido por la ligera y tímida dirección escénica de Jaume De Laiguana, el gran cáncer de Shakira. Un sol de invierno, que brilla pero no calienta . Pese a todo, un concierto de Shakira siempre se disfruta y Sale El Sol Tour, seguramente, hará feliz a mucha gente.






Imágenes: J. A. G.

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