Amolap quiere volar

Lo de esta mujer está rayando la parodia... La dignidad de Paloma San Basilio parece estar diluyéndose con este producto de segunda que hace llamarse Amolap. Primero descubrimos aquella canción Love Makes The World Go Round, que tuvo una fría acogida por parte del público, por eso, ha decidido decantarse por una balada como nuevo sencillo. Balada con mucho potencial pero con una producción penosa. en ella Paloma canta de una manera diferente, aunque no despliega todo su talento vocal.

Pero si la canción está mal producida, es decir, muy barata y poco adecuada a diferencia a lo que ha hecho en el pasado, el videoclip es como de proyecto fin de carrera de asignatura de audiovisuales de instituto. El amor de madre es inconmensurable y por eso comprendemos que Paloma se haya prestado a todo esto por parte de su hija Sheela, pero sin duda resulta muy poco digno que a sus 62 años se dedique a estos menesteres.

El primer fallo son las localizaciones y el atrezzo: esa habitación blanca y esa bola de cristal azul comprada en los chinos está más que visto y no resulta moderno, esa calle en cuesta con esa infravivienda tan horrible y -atención- ¡ese jardín tropical con coche de fondo! ¿Nadie se dio cuenta de que había que retirar el vehículo? ¿Cumple alguna función simbólica que se nos escapa? ¿Y ese mueble de fibra bajo el que se esconde? Es todo demasiado noventas, demasiado Laura Pausini.

O ese último momento The Winner Takes It All... donde vibra como si estuviera junto al mar, y el paisaje es horrendamente plano.

El segundo es la calidad de la imagen y la fotografía: básicamente no existe ninguna intención de embellecer la imagen con filtros o con una iluminación apropiada. Algo que siempre enriquece los videoclips y les proporciona esa pátina de estampa, fotografía o pintura.

El terecero la interpretación de Paloma: es harto sobreactuada. ¿Alguién se cree que esté deprimida poniéndose las manos en la cara de esa manera? Casi que prefiero esto.

Sra. San Basilio, por favor, recupere la compostura.