El entusiasmo que Jorge Ahijado pone a cada proyecto es ejemplar y la presentación de su nuevo disco No hay excusas estaba cargado de ello. Para la ocación decidió emplazar a todos sus compañeros, amigos y seguidores en la madrileña sala Caracol, una sala por la que han pasado todo tipo de artistas. Ahijado quería que esta pasada noche fuera muy especial y se ha esmerado en ello. Se nota que viene del teatro musical tanto en su manera de cantar como en la puesta en escena en la que hubo momentos para pequeñas dramatizaciones, a cargo de toda la banda, compuesta por grandes amigos y músicos como Baol Bardot (guitarra y voz), Erik Cruz (percusión y voz), Pereira (batería), Mike Claros (teclados y voz) y Alberto Almonacid (bajo y voz), además del grupo de danza contemporánea La Mínima.
Pese a que hubo espacio para grandes versiones como Hit The Road Jack o Hold The Line de Toto, donde realmente se le notaba agusto y donde a nosotros verdaderamente nos deleitó fue en sus propias canciones. Sus composiciones tienen madera de grandes éxitos, son pegadizas y están llenas de fuerza: Perdido, Ser o no ser o Perdido nos alegraron la noche del lunes, pero sin duda las que mejor sonaron fueron nuestra favorita, Beautiful Day, y Bicho raro, con la que cerró la velada. Por desgracia el volumen estaba un poco más alto de lo necesario y algunas detalles se perdían, además de que salimos con los oídos zumbando (-si es que somos unas señoritas-).
Entre el público, amigos y compañeros de profesión como gran parte del elenco de El Rey León -Ahijado es titular de Banzai, una de las hienas- y amigos como David Tortosa, Laura Castrillón, Gonzalo Alcaín o Jorge Gonzalo (¡Que se encargaba del merchandising!). Y es que cuando tantos amigos vienen a arroparte en una noche tan especial es que algo estás haciendo bien. Ojalá el gran público descubra pronto las canciones de No hay excusas y volvamos a ver a Jorge sobre un escenario, para ofrecer un concierto.
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