Los temas nuevos -bastante insulsos- son cuatro. Además de los dos ya conocidos, están Quiero que seas tú con un sabor muy clásico, como un bolero suave y sofisticado y Shine, una canción pachanguera digna de Malena Gracia pero fría y distante. Ese es el tono que Ibana, la hija de Paloma y productora del disco ha querido dar a las composiciones. Y es precisamente esa deshumanización –muy de los ochenta- la que hace que los grandes clásicos de Paloma, excesivos y melodramáticos por excelencia, tomen una nueva y refrescante onda.
Sin duda Por qué me abandonaste -con ese exceso de vocoder en la voz, en correspondencia con la retocada cara de la diva- puede convertirse en el temazo de este verano si se promociona adecuadamente. Lo mismo con Vida, que renace con gancho o de Cariño Mio que se coloca a la altura del Camela más atractivo. Luna de miel se convierte en una perfecta balada electrónica melancólicamente metálica. Para Juntos, su canción emblema, esperábamos mucha más tralla, pero ella nos ofrece una delicada versión con piano y coro infantil que luego gana ritmo... No está mal pero esperamos que recapacite y nos ofrezca un petardo a lo David Guetta.
Paloma, ¡olvídate de los temas nuevos y danos carnaza! Tus clásicos electrizados como ya han hecho Miguel Bosé, Fangoria o Dover... son tu punto fuerte!
1 comment:
Qué redesfasada está la pobre... Y qué destrozo de arreglos... Mira que la adoraba, pero está perdiendo el norte...
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