Nos hemos reído mucho viendo el vídeo, y no porque Madonna haga el ridículo, sino porque nos imaginamos las ideas que se le pasaban por la cabeza a los bailarines: "Oh dios mio, estamos bailando un sucedáneo de Vogue en un videoclip para Madonna!!!" La verdad es que el tema del homoerotismo ya huele a rancio... Se le ha sacado tanto partido durante los últimos veinte años que ya resulta ridículo. Pero Madonna vuelve otra vez sobre él, porque tiene miedo de no gustar lo suficiente. Por suerte el vídeo es lo bastante elegante para no resultar soez o siniestro.
Met& Marcus -los directores- son principalmente fotógrafos, por eso su vídeo es muy plástico y todo se plantea como una fotografía en movimiento. Eso tiene sus ventajas como la de conseguir imágenes de gran potencia y sus inconvenientes como hacer un vídeo demasiado estático. Nuestros momentos favoritos son el de la coreografía conjunta - Ya tenemos coreografía para este verano, asi que id aprendiéndola para evitar errores- con ella vestida al estilo de putón de los 70 -no bailaba acompañada en un videoclip desde Don't Tell Me (2000) o Hung Up (2005) - y el totem marica giratorio, además de ese final con lágrimas de sangre. Lo que más nos disgusta es el cachas que se retuerce por los pecados, que nos recuerda a los videoclips de Mónica Naranjo.
La combinación de la Madonna clásica y lánguida con el pelo ondulado y la Madonna de H&M deportista y moderna que recuerda al videoclip de Bedtime Story del Re-Invention Tour encajan perfectamente.
Madonna ha vuelto más deshinibida que nunca, liberada del matrimonio que según ella tanto le coartaba, pero a nosotros nos apena que no haya buscado nuevas estéticaas, nuevas técnicas de vídeo para ofrecernos trabajos más arriesgados y sorprendentes como ya hizo con Frozen, Ray Of Light, Music, What It Feels Like For a Girl, Die Another Day o American Life... Pero se lo perdonamos... ¡Por ahora!
Y aquí la verdadera inspiración de Madonna:
1 comment:
Estamos muy de acuerdo contigo ;)
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