Thursday, 16 February 2012

The Big Chance

La televisión ha sido el púlpito desde el que se ha consagrado la liturgia del pop durante las últimas décadas. Primero había que jugarse el tipo - y el contrato- en la caja tonta y después demostrar lo que uno vale sobre las tablas. Cuando un joven Michael Jackson se presentó en el escenario del homenaje a los 25 años de Motown, ofreció una de sus actuaciones más memorables. Estrenaba el moonwalk originalmente llamado backslide que aprendió de un quinceañero. Aún no había perfeccionado el resto de sus pasos, pero dejó con la boca abierta a todos los que le vieron. Curiosamente había accedido a participar en el evento pese a la negativa de sus managers y a las diferencias con Berry Gordy, presidente de Motown. Poco después vendría las ventas millonarias de su segundo álbum Thriller.



Dos años después de esto, una tal Madonna que hasta entonces había cantado algunos temas pegadizos pero de escasa difusión, presentaba por primera vez en directo Like a Virgin. Con un vestido de novia y el famoso cinturón Boy Toy, apareció sobre una tarta gigante para abrir la primera edición de los Video Music Awards. Aquel momento quedó grabado con la misma claridad tanto en las cámaras de MTV como en la mente de millones de espectadores: una rubia, hasta ahora cantante dance, se arrastra por el escenario gimiendo mientras interpreta un pegadiza canción producida por Chic. En una entrevista reciente, la diva nos ha ofrecido una versión menos heróica y atractica: resulta que perdió uno de los zapatos a media actuación y que si se revolcó por el suelo fue para alcanzarlo. Aún así nada volvería a ser como antes.



Un poco antes que la Reina y el Rey del Pop, Prince se encontraba preparando paso a paso su ascenso al Olimpo. En octubre de 1979 lanzó su segundo álbum con modesto éxito. Pero la cosa cambió cuando apareció el 26 de enero de 1980 apareció en el famoso programa American Bandstand para interpretar Why You wanna Treat Me So Bad? y I Wanna Be Your Lover, tema que alcanzó el puesto 11 en el Billboard Hot 100. No es mal comienzo para un recién llegado. Gran parte de la culpa la tuvo su imagen: ese look entre hippi y guetto supastar con peinado a lo Farrah Fawcett que canta en falsete lúbricas letras sobre una irresistible base funky. "Este no es el tipo de música que proviene de minneapolis, Minnesota" Afirma el presentador. Exacto, aunque a partir de ahora así será. A new star was born.



Mucho después que estos ases del marketing musical, ha llegado la artista que ha devuelto la esperanza al pop en una época en la que la maltrecha industria discográfica hace que sean pocos los que apuesten por nuevos valores. Puede que no venda muchos discos, pero el hecho de, al menos, poder publicarlos, hace que se gane el pan, y las ostras, con patrocinios, giras mundiales e intercambios comerciales. Ella ha sabido hacer cosquillas a muchos jóvenes dónde más les gusta: la fiesta y la moda. Lady Gaga se ha hecho famosa en el mundo entero gracias a su presencia en internet pero un programa de televisión fue quien le dio la oportunidad. Internet puso la infraestructura global y la gala de Miss Universo de 2008, el envoltorio perfecto. Vestida al estilo cosplay, interpretó el ultratemazo Just Dance -¡qué gran single presentación!- mientras se turnaba en el escenario con las misses de todo el mundo. ¡Qué lista! Apareciendo en un programa con audiencia mundial. Ese fue el principio de una figura que, si continúa por la senda actual, puede convertirse en un icono, o en una mera Cyndi Lauper. Qué ciega estuvo Universal Spain al programar la presentación de la artista en la discoteca Ochoymedio de Madrid, con entrada gratuita, donde no caben más de 500 personas. Tal desatino demostró que las discográfica viven ajenas a lo que ocurre en internet, y que son las principales culpables de su desmoronamiento.

1 comment:

Anonymous said...

Jejeje!!! Me ha gustado mucho esta publicación... Sobre todo por la primera canción, es una de las que mas me gustan... Me pediré el CD por mi cumple, jejeje... ;)