Aún es pronto para hacer una crítica exhaustiva, pero ya hay mucho que decir. En su afán por gustar a un público que tiene la edad de su hija mayor Madonna colabora con la gente inapropiada en el momento inapropiado. Realmente creemos que no hace nada interesante desde Confessions On A Dancefloor (que a nosotros también nos parece algo mediocre), en este empeño por resultar superficial y mainstream (siempre lo ha sido, pero antes llevaba la voz cantante). No podemos perdonarle que no le importe rebajar la calidad de su trabajo para gustar a todo el mundo, ni tampoco que su nuevo single Give Me All Your Luvin' (nai no nai no naaaaa), sea facilón y sin sustancia.
Si Madonna siempre hubiera sido así, no nos importaría, pero después de haber creado Like a Prayer, Bedtime Stories o Ray Of Light, unos cuantos le exigimos más. Imagino lo ojipláticos que se quedarán muchos de sus fans de los ochenta y de los noventa cuando se encuentran con esto. Aunque durante las escasas horas que lleva el video "en antenta" muchas han sido las reacciones positivas. Ya amplairemos mucho más el análisis pero por ahora nos quedaremos con lo buenO: sale guapa, encantadora y divertida y va más allá del chroma, y desecharemos lo malo: esa forma de bailar es penosa y calcada de 4 Minutes.
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