Si 2011 tuvo como grandes momentos el final de Los Miserables y el estreno de El Rey León o el del primer musical con canciones de Sabina, el año que acabamos de dejar atrás ha tenido muchos pequeños grandes momentos. No tenemos el dato, pero seguramente haya sido uno de los años con más espectáculos musicales en cartel.
Para empezar ha habido maravillosas adaptaciones y estrenos absolutos con vocación internacional. Comenzábamos enterándonos de que My Fair Lady regresaba a los teatros con casi el mismo equipo que en 2001. Paloma San Basilio volvía a protagonizarlo, lo que causó un revuelo pues son más de 40 años de edad la diferencia entre la diva madrileña y la florista malhablada de Covent Garden. Finalmente tuvo que cancelar la gira con un -afortunadamente- apoteósico final en Valencia. La subida al 21% del IVA para el teatro ha causado mucho daño durante este año, sin embargo cuando un espectáculo tiene tirón aguanta, si no que se lo pregunten a los responsables de La bella y la bestia que volvía en formato gira a los teatros españoles. Con parte del reparto de Los Miserables, Stage Entertainment rescataba un clásico que garantizaba un éxito de taquilla seguro. Otra reposición de esas de "éxito garantizado" ha sido Grease que pudo verse una vez más de la mano de Coco Comin y Manu Guix, con un invitado "especial" en la temporada madrileña: Julio Iglesias Jr.
El pequeño formato ha sido uno de los más afectados durante este pasado año, por suerte hemos contado con algunas producciones interesantes. Además de Título de Musical, Tick Tick... Boom! ha sido una grata sorpresa. Tela Katola siempre es garantía de calidad, y si encima se trata de la primera obra de Jonathan Larsson, mucho más. Jorge Gonzalo, David Tortosa y Laura Castrillón nos han hecho pasar buenos momentos bajo la dirección de Pablo Muñoz-Chápuli. Algo parecido ha pasado con Macabaret, que dirigido por José Masegosa ha permanecido en el teatro Alfil durante todo el otoño, o Primer Acto de Juan Pablo Di Pace, un elegante y tierno repaso a su carrera que se puede ver todos los viernes de enero en el Pequeño Teatro Gran Vía a las 20.30 h.
Pero también los hay que han sobrevivido a 2012 impertérritos ante las inclemencias económicas: nos referimos a Más de cien mentiras -que se despide el día 12 de enero para marcharse a Buenos Aires-, de Sonrisas y lágrimas -que después de la gira se ha instalado en Madrid- y pos supuesto de la "bestia" de El rey león, que tras un año y tres meses desde su estreno sigue colgando el cartel de no hay entradas con semanas de antelación.
Entre las grandes sorpresas de la temporada tenemos que destacar El crimen de Lord Arthur Saville, El último jinete, Follies y Evil Dead. Si Musicanismos tiene que elegir, nos quedamos con el cuarto por su irreverencia, su repartazo y sus canciones. Sin duda alguna El último jinete es la superproducción que nadie esperaba y que ha ido mejorando con el rodaje -y la labor de su director residente-, pero aún le falta mucho por mejorar. El Crimen es una arriesgada apuesta de calidad íntegramente española de Egos Teatre, muy interesante pero demasiado larga -unos cuantos retoquitos a las canciones no le vendrían nada mal-, Follies, de Sondheim ha sido el bombón de licor para los sibaritas del musical, con su "tribu" de puro talento, mientras que Evil Dead es la adaptación al castellano del musical canadiense a manos de Chemari Bello -poco asiduo del musical- y César Belda, echo a las lides de este particular género, ha sorprendido por su frescura, su sencillez y su originalidad.
No ha habido tiempo durante 2012 para aburrirse, y los amantes del musical habrán sentido temblar su bolsillo ante tanta oferta. Nosotros estamos deseando que el temproal pase, y si durante estos tiempos difíciles han ido sobreviviendo, en los buenos tiempos brillen exuberantes.
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