Sunday 8 March 2009

¡Hasta pronto Gran Vía!

Hace ya casi ciento veintitrés años que se rindió un hilarante e inteligente homenaje a una calle que pasaría a ser símbolo de una ciudad. Un lugar que tomaría el relevo de la Puerta del Sol como órgano regidor y centro de atención de la vida pública castiza. La Gran Vía madrileña se convirtió en Zarzuela tiempo antes de convertirse en arteria vital para los madrileños y hasta hoy el teatro de la calle Jovellanos, el de la Zarzuela, nos ha deleitado con una nueva versión adaptada a nuestro tiempo.

Todo comenzó como un Proyecto de prolongación de la calle Preciados, describiendo una gran avenida transversal este-oeste entre la calle de Alcalá y la plaza de San Marcial, obra del arquitecto Carlos Velasco, para mejorar la circulación del casco urbano en 1886 (y se terminó en 1932). Por sus calles se han manifestado todo tipo de colectivos, se han situado todo tipo de negocios y su paisaje se ha convertido en el segundo hogar para millones de ciudadanos que pasean para hacer unas compras (Madrid-París o H&M), ir al cine, al teatro, a la discoteca del momento (Pasapoga-Ohm-Ochoymedio), o por qué no, a echar un rezo en el oratorio del Caballero de Gracia. Curiosamente el personaje del siglo XVI, Jacobo de Gratiis, al que está dedicada la calle paralela a la Gran Vía es uno de los protagonistas de una de las obras más célebre de Federico Chueca y Joaquín Valverde ¡La Gran Vía! Revista entre las revistas (en aquella época se llamaban así proque recogían los acontecimientos más importantes del año) estrenada en 1886 en la que las calles de Madrid se manifestaban para que les expliquen eso de que las tuvieran que modificar para construir una gran avenida entre la plaza de Cibeles y la de España.


Paco Mir, de Tricicle, ha regurgitado aquella obra para devolverla a los escenarios en una nueva adaptación que incluye números de otras obras de los mismos compositores como La alegría de la huerta o De Madrid a París. Uno de los principales reclamos para los paganos de la Zarzuela era la presencia de Loles León en el papel de la secretaria del Concejal de Urbanismo.


Acostumbrada a hacer de ella misma, es decir, de neurótica histérica con superego, lo borda y aporta una frescura a la obra en la que exceptuando a los cantantes, el resto del reparto compuesto por bailarines, actores y masa coral, sobresalen ¡que es una barbarida! El humor y la sátira política (espías por todas partes, especulación y cacerías desafortunadas) recorren el texto para revitalizar una obra tan local como universal. Y aunque pueda parecer imposible, por unos minutos Madrid se transforma, sobre las tablas del escenario, en un a producción de Bollywood.

Y para ti, ¿Qué significa la Gran Vía?



Rosa de España destrozando una de las piezas estrella


una Menegilda mejor ejecutada


La jota de los ratas (música endemoniada, según Nietzsche)


El vals del Caballero de Gracia

1 comment:

Atril De Sastre said...

Ay Javi, muy bonito el post... pero que hayas puesto un vídeo de una producción de José Luis Moreno ES PARA MATARTE !!!! jejeje.

Esta tarde pásate por la facultad pronto y nos tomames uno de nuestros cafés.

Besos !!!

P.d.: Te respondo a tu post en mi blog