Pero para todo hay límites. En los shows de las grandes divas, la música no es lo principal (si quieres escucharlas en condiciones te pones el cedé o el mp3...), pero queda patente que una calidad sonora óptima aporta la emoción imprescindible para que el resto de factores surtan efecto. Por supuesto que una larga melena morena, castaña o rubia moviéndose al viento mientras baila con un modelito "divino" es también esencial... Pero si la música falla... ¡mejor alega una gripe aviar que te provoca "gallos"! La cuestión está clara, entonces... ¿qué hacer si la música también falla? Ahí se encuentra el dilema... el que justamente se me presenta ante las giras de Britney Spears... Con una voz más débil incluso que la de Madonna, los de Britney han sido hasta ahora conciertos en los que el coro interpretaba sus hits sobre una base "en directo" que edulcoraba hasta el absurdo las recargadas pero excelentes producciones de sus discos. Por eso he encendido un par de velas al santo más perverso para los amantes de la música... el que convierte en una brillante parafernalia pla carrera de estso personajes parásitos de la música que se han colado en este terreno cuando el suyo está más cerca del espectáculo al que hace referencia Spears en su gira (like what? like a circus!). Pero sin traumas, hay que disfrutarlo sin remordimientos y sin perder el norte... no se puede sacar de donde no hay...Por eso, al ver las imágenes de la gira de la Spears que hoy arranca en Nueva Orleans, pido al santísimo que nada más arrancar el concierto pulsen play y que la sesión non-stop haga el trabajo duro por ella... que bastante ha currado ya "la madre de dos" al aprenderse la coreografía, probarse modelitos y ¿dejar las drogas?
The Circus, Britney Spears
Próximamente: La década (y un año) prodigiosa de Ray of Light
No comments:
Post a Comment