Beyoncé se desinfla

If I Were a Boy y Single Ladies son hitos en la carrera de Beyoncé, que ya venía cargadita de buenos momentos como Crazy in Love, Deja Vu, Baby Boy o Irreplaceable. Por eso con su siguiente disco, que ya ha llegado, tenía que poner más carne, si era posible, en el asador. Y eso es de lo que alardea en Girls (Who Run The World), una canción epiléctica y vibrante aunque monótona, pero sin duda, llena de energía. Tanta energía que parece que no sobra nada para el resto del disco. O quizá es que la muchacha está tan relajada y romántica que le apetecía un disco de baladas al estilo Motown. La cuestión es que las primeras seis canciones (justamente la mitad) conforman un racimo de baladas resultonas pero poco interesantes: 1+1, I Care, I Miss You, Best Thing I Ever Had, Party (con Andre 3000) y Rather Die Young, hasta en sus títulos son aburridas.

Una división similar a la del anterior I Am... Sasha Fierce, donde por lo menos había temazos, hace que las canciones más movidas se encuentren en la segunda mitad. En Start Over parece una insulsa canción escrita para Leona Lewis aunque su voz está llena de emoción. Love On Top es un simpático tema que rememora los mejores momentos del pop a finales de los setenta con Lionel Richie, Stevie Wonder o el joven Michael Jackson como principales exponentes, mientras que Countdown toma el espíritu de Kanye West. End Of Time es un momento más festivo donde la percusión es la protagonista y antes del final de fiesta con Girls (Who Run The World), Beyoncé, nos ofrece el baladón del disco I Was Here, donde la pobre intenta echar toda la carne en el asador ofreciendo una ¿desgarradora? interpretación.

Puede que cambiemos de opinión con las próximas escuchas, pero por el momento, 4, su nuevo disco, nos deja fríos y aburridos. Nada que ver con su predecesor donde, además de los dos sencillos citados al comienzo-que publicó simultáneamente- nos vuelven locos Radio, Broken-Hearted Girl, Halo, Hello, Sweet Dreams o Scared of Lonely.