Monday 13 April 2009

El espejismo de Enamorados anónimos.

Debutó el 16 de octubre y ya anuncia sus "últimas semanas". Enamorados anónimos, el musical de la copla española, sobrevive a duras penas en el teatro Rialto, ora Myspace, ora Movistar, con el reclamo de la presencia grandes artistas del panorama nacional. El escaso éxito de esta superproducción, y el de la de Saturday Night Fever (unos cuantos portales más abajo en la misma acera de la Gran Vía madrileña), deja patente que no ha existido ninguna fiebre de musicales en Madrid, sino simple y llanamente un par de títulos (La Bella y la Bestia y Hoy no me puedo levantar) que gustaron al público.

Pensaban que con aquel reclamo de "El musical de la copla, con canciones de Quiroga, Quintero, León, Solano e incluso Joaquín Sabina", llenarían el garito, que con un hortera decorado fluorescente, con pequeños efectos escénicos, una trama (escrita por David Serrano, Daniel Sánchez Arévalo, Fernando Castets y Olga Iglesias) que parte supuestamente de un elemento subversivo (una clínica para desintoxicarse del amor) y unos arreglos actualizados (a cargo de Javier Limón), la gente acudiría en masa desde todas las provincias del país, como había ocurrido con el musical de Mecano. Este montaje cuenta con momentos graciosos y coreografías interesantes de mano, o del cuerpo entero, de la bailarina Blanca Li, pero adolecen de estatismo fronterizos con los celebérrimos shows de José Luis Moreno.

Cierto es que Hoy no me puedo levantar era bastante malo (su libreto, gran parte de las adapataciones musicales, la inclusión de las mismas...), pero su éxito, debido únicamente a las míticas composiciones de Nacho y José María Cano, justificaba su existencia. Sin embargo, Enamorados Anónimos, es malo y encima no supera su primera temporada (aunque otros, como El rey de bodas, con Naím Thomas, no duró más de cuatro meses). Por todo ello recurre a Marta Sánchez, Pastora Soler, Carmen Paris, La Shica ¡o Manolo Escobar en el día de la madre!, para intentar levantar las ventas. De todas formas, no le deseo ningún mal y ojalá comience una gira por España que lo lleve a los más alto y no hablo de los Pirineos precisamente.

2 comments:

Vulcano Lover said...

Uf... qué mal está el patio (del musical, me refiero...), no???

Anonymous said...

Menuda mierda de artículo, además con un mal uso de términos.