Thursday 16 April 2009

Quiero vivir en Bollywoodland

Confluyen en nuestros país tres espectáculos inspirados en las famosas películas de Bollywood. India... Un viaje musical, Bollywood - The Show y Bollywoodland (Love Never Dies), tres oportunidades de conocer los tópicos culturales y artísticos de la industria cinematográfica de un país que en estos días celebra las elecciones que, como se encargan de remarcar todos los periódicos, "cuenta con el mayor número de votantes de la Historia de la Humanidad" (714 millones de ciudadanos con derecho a voto), toma ya. Seguro que China superaría con creces esa cantidad, pero claro, allí por ahora no se puede votar.

Mientras los ciudadanos con derecho a voto (imaginamos que los intocables de las castas inferiores nasti de plasti) ejercen su deber democrático y se suceden una serie de desgraciados atentados que por ahora han dejado 17 muertos, en el lado opuesto del mundo miles de españoles vibran al ritmo del folklore indio "para turistas". Puro kitsch, colorido, pastiches musicales, versiones orientalizantes de canciones occidentales, y tradición versus modernización. La industria cinematográfica india, la más prolífica del mundo se propone conquistar occidente, aunque ya lleva más de cuarenta años rondando por los videoclubes de medio mundo. ¿Quién no recuerda además aquel capítulo de Los Simpsons en la que ven con Apu un clásico del género?



Sin embargo es ahora cuando los empresarios españoles se han atrevido a contratar este género en forma de espectáculo teatral. Sin duda alguna, la popularidad de la gran vencedora en la última entrega de los premios Oscar, la cinta de presupuesto norteamericano, dirigida por el inglés Danny Boyle y rodada en La India, Slumdog Millionaire ha sido decisivo. Aunque parece que por las mentes de algunos artistas españoles ya rondaban estas ideas como demuestra el "Madrid bollywoodiense" que nos regaló Paco Mir en una de las escenas de su montaje de La Gran Vía del compositor Federico Chueca que durante los meses de febrero y marzo acogió el Teatro de la Zarzuela.


Momento Bollywood en una zarzuela del siglo XIX

Del celuloide a las tablas
Cada uno de los tres shows destaca por alguna de sus cualidades. India... Un viaje musical, nos narra la historia de una joven que se ha criado en España pero cuyo padre es de origen indio, que desea viajar hasta el subcontinente para concoer a fondo sus raíces. Así se irán desarrollando una serie de números musicales impregnados de danzas y ritmos tradicionales, creados por grandes nombres del género bollywoodiense (conocido allí como masala, que viene a significar "mezcla de especias")como el director Suresh Singh y el coreógrafo Sunny Sing (Bodas y prejucios y El Gurú del buen rollo).



La confrontación con las tradiciones es el leit motive de las película masala, y un espectáculo inspirado en ellas, no podía ser menos. Por eso Ayesha tiene que enfrentarse a toda su familia cuando se decide por marcharse a la capital del cine Mumbai (Bombay) para trabajar como coreógrafa. Pero las cosas no pueden quedar así. Mientras en occidente alabamos la ruptura con las tradiciones, en India se tiende a buscar una conciliación. Sobra decir que todas las tramas parten de presupuestos conservadores, y aunque se atisbe cierta subversión, al final siempre se retorna a la tradición. Por eso, Ayesha, tras vivir en una ensoñación de colorido, intrépidas coreografías y voces chispeantes, regresa a su ciudad natal para honrar a Shiva y a su abuelo moribundo.

Puro Broadbay, Puro Bomway
Algo similar ocurre en el espectáculo que hemos tenido oportunidad de ver Bollywoodland (Love Never Dies). Una revisión india de Romeo y Julieta con grandes dosis de folletín (varias muertes dramáticas y devastadoras, cuasi-cómicas para un espectador actual, confesiones... todo muy almodovariano). Son momentos en los que uno está deseando que la música (interpretada en directo) vuelva para embriagarnos con sus juegos de luces, sus vistosos vestuarios y sus hipnotizantes coreografías, que combinan movimientos del musical clásico de Broadway con los propios de las danzas tradicionales indias. La música también sufre una transformación al mezclarse con el rock, el dance o incluso los ritmos latinos, un delirio que demuestra su falta de prejuicios y su insaciabilidad artística. Gracias a las proyecciones, el responsable artístico, Martin Arnaud (creador de macroespectáculos como las galas de la Eurocopa 2008), recrea espacios que, como por arte de magia, se transformaban continuamente. Sólo se materializa un lugar, la casa de Shanti, la tía del Romeo en cuestión, celestina y matriarca y uno de los personajes más divertidos e interesantes de la obra con momentos en los que sus diálogos se convertían en pura comedia inglesa.

Conoce India desde Madrid

Pero si el folklore indio occidentalizado no va contigo (y tiene delito porque mola mazo), lo mejor será que te compres una entrada para el cine IMAX, que desd hace un par de meses programa India misteriosa, un documental en 3D en el que acompañarás a un joven nativo por la vasta región para conocer sus impresionantes paisajes, gentes y costumbres. Las de verdad, no las del cine.


Bollywood - The Show

2 comments:

Vulcano Lover said...

Ay, me encanta... Yo es que siempre he sido muy folclórico para la música, ya ves. 714 millones??? Qué pasada!!!

Anonymous said...

no me gusta especialmente.
no es más que el equivalente indio de las películas de marisol, pili y mili, rocío durcal, raphael, etc. que se hacían aquí hace 50 años...